
Sueño con una congregación en la cual cada participante se sieta amado y aceptado.
Sueño con un lugar en el que los pastores y los líderes de iglesia local desarrollan su ministrerio articulado con entendimiento y sabiduría.
Sueño con una iglesia en la cual los líderes están mejorando sus habilidades, sus métodos, y sus relaciones interpersonales con el objectivo de construir el reino de Cristo.
Creo en una iglesia positiva aún cuando el mundo se está volviendo cada vez más negativo.
Creo en el podar del Espíritu Santo para ayudarte a ser más creativo al liderar tu iglesia con principios bíblicos y ética.
¡Creo que la iglesia de Dios puede hacer una diferencia para el bien!